Esta semana pasada he tenido un par de charlas interesantes con diversos socios, incluso con otros coaches de otros Boxes. Esta claro que en el Box tenemos una gran diversidad de atletas. Sobretodo diversos en objetivos y prioridades. Hay atletas que quieren competir, otros buscan marcas grandes, otros quieren ponerse en forma, otros quieren evadirse y divertirse. Sin embargo, todos quieren progresar. Y no todos los progresos son iguales. Hay muchos factores que pueden influir en ello, y es aquí donde la manera en la que afrontas tu entrada en el Box influye realmente. ¿Entrenas como debes? ¿O solo vienes a pasar el rato? ¿Tu manera de entrenar, influye en tus compañeros de entreno? ¿Positivamente o, quizás de manera negativa?
Muchos de vosotros hacéis enormes esfuerzos en el Box. Muchos incluso combináis ese esfuerzo con otras cosas que suceden fuera del Box: nutrición, movilidad, hidratación y sueño. Tratáis de sacar todo el jugo posible de tus sesiones de entrenamiento y estilo de vida; vuestra mentalidad es positiva y sois conscientes de la visión general y los pequeños pasos en el camino que hay que seguir; entendéis el equilibrio entre entrenar lo suficiente y escuchar a tu cuerpo. Hacéis todo esto, pero todavía no estáis mejorando lo que deberíais. Vuestros objetivos aún se os escapan. Os sentís atrapado.
¿Qué hace uno cuando se enfrenta a esta situación? Hay un factor crítico que a menudo se ignora cuando las personas comienzan a tomarse en serio su condición física, cuando comienzan a buscar sus limites y alcanzar su máximo potencial: cómo nos movemos, y no solo con qué frecuencia, esto determina todo. Este concepto es multifacético y es importante comprender los componentes físicos y mentales del movimiento.
Desde un punto de vista físico, ser consciente de cómo estamos realizando ciertas acciones determina, como de bien realizamos esas acciones. Si desperdicias energía en movimiento pobres, entonces no podrás realizar más carga de trabajo, no podrás levantar más peso y, por lo tanto, dejarás enormes cantidades de potencial progreso por el camino. Además, las posibilidades de lesiones aumenta dramáticamente cuando los ejercicios se realizan mal o sin un pensamiento consciente sobre las posiciones.
Muchos de vosotros que estáis leyendo ya entendéis este concepto. Seguramente piensas que este artículo no se trata de ti, que posiblemente no podría dirigirme a aquellos de vosotros que ya se mueven bien, entrenan duro y se centran en su recuperación. Tomate un momento para pensar en la siguiente pregunta: independientemente de cómo te muevas, ¿Estas siempre totalmente concentrado cuando estas entrenando?
¿Con qué frecuencia pasas mirando pantallas? Muchos relojes ahora muestran notificaciones desde tu dispositivo móvil; ¿Pones tu teléfono en modo avión cuando entrenas o dejas que esos zumbidos en tu muñeca te distraigan? ¿Con qué frecuencia descansas más de lo debido entre series y ejercicios? ¿Con qué frecuencia dejas que tu mente divague en los problemas del día en lugar de concentrarte en lo que estás haciendo en el momento presente? ¿Cuántos de vosotros pensáis acerca de la intención de un ejercicio concreto, o que estimulo debería sentirse cuando se realiza? ¿Cuántos de vosotros, a pesar de lo bien que hagas ya el movimiento, os centráis en cada repetición del movimiento lo mejor que podéis?
Para continuar progresando cuando estás haciendo todo lo demás correctamente, debes centrarte en el por qué y el cómo. Debes comprender por qué estás haciendo lo que estás haciendo y, a su vez, debes centrarte en cómo hacer esas cosas de acuerdo con la intención que se hace. Debes desconectarte de las distracciones y concentrarte, realmente concentrarte, exactamente en lo que estás haciendo en el momento presente. Aprende a usar el momento de tu entrenamiento como tu escape, como el ancla que mantiene unidas las otras piezas de su día. No permitas que esas piezas te distraigan y reduzcan la calidad de tu tiempo dedicado a lograr tu mejor versión.
Disfruta del proceso, pero asegúrate de que este proceso se realice bien. Asegúrate de poner tanto esfuerzo en tu entorno de entrenamiento como lo haces en tu vida fuera del Box. Asume la responsabilidad por ti mismo y date cuenta de que tus acciones también afectan a los demás. Mantente enfocado, sea positivo y apoya a aquellos que entrenan contigo. Dedicar más esfuerzo a pensar en cómo te ejercitas, en todos los aspectos, te permitirá alcanzar tu verdadero potencial y dar pasos increíbles. Es posible que descubras que también disfrutas más del tiempo que pasas en el Box.
Hay un dicho que en ingles, que traducido dice algo como: “Una marea alta, levanta todos los barcos”. Debes ser esa marea alta en tu comunidad.
Daniel Lorenzo
HeadCoach B2B Box
 
					