«Si crees que puedes o piensas que no puedes, en ambos casos tienes razón». -Henry Ford
La forma en que te ves tiene un gran impacto en lo que lograrás, aunque es cierto que no es el único factor. El talento, la capacidad y la ética laboral afectan todos nuestros esfuerzos. Personalmente me molesta cuando dicen en cada intento fallido algo como «todo es mental», pero olvidan que la actitud y la autoimagen son fuerzas importantes en el éxito.
Entonces, ¿cómo te ves? ¿Todavía estás reproduciendo ese guion de cuando eras un adolescente con sobrepeso, socialmente incómodo y no atlético? ¿Crees que las personas exitosas y en forma poseen una calidad innata que tú no? ¿Estabas lleno de confianza hasta la universidad, cuando te diste cuenta de que eras un “pequeño pez en un gran estanque” y que ser exitoso realmente iba a requerir algo de trabajo? Tal vez siempre fuiste siempre bueno en las cosas y aún lo eres, así que crees que también serás bueno en otras cosas.
¿CUÁL ES TU VISIÓN?
Verte y tratarte a ti mismo como un “éxito” requiere esfuerzo, y para ser honesto, a veces puede parecer un poco tonto. Por alguna razón muchos de nosotros asumimos que no somos la persona que hará «lo que más nos gustaría hacer». Esperamos que alguien más lo haga. No se puede exagerar el papel que juega nuestra propia imagen en la cantidad de esfuerzo que ponemos en algo.
¿Te has dado cuenta de que cuando te sientes destinado a hacer algo, parece que trabajas mucho más duro en eso, como si tuvieras que hacerlo? El destino no es real y no hay un gran guion que tengas que seguir. Tu eliges, luego eliges otra y luego eliges de nuevo. Puedes verte a ti mismo como alguien que toma decisiones que apoyan tu salud física todos los días, o como alguien que «se cae del carro», «cede» o que abandona el progreso … «no tiene la fuerza de voluntad». Puedes verte a ti mismo como alguien que trabaja duro y es un líder, haciendo el trabajo (lo que sea que hagas), o como la persona que se queda atrás, espera a que sucedan cosas y no actúa. Cualquiera que sea el rol en el que te veas a ti mismo, es probable que sea el que te asignen.
Pongamos esto en términos de condición física: si la ultima vez que saltaste a la comba fue cuando yo aun tenia melena y vuelves a tener que saltar a la comba en tu primer día de clase, es posible que hayas fallado, y no te haya salido ni un salto. Puedes decirte a ti mismo: “¡Soy malisimo para saltar la comba! ¿Cómo es que ese es tan bueno en eso? … Nunca lo entenderé «. Decides que simplemente eres «malo» para saltar la comba, y es probable que tengas éxito en lograr cumplir esa expectativa. Has movido el control de la situación fuera de ti y hacia las manos de los “dioses de la comba”.
Pero, también podrías decirte esto: «Hombre, saltar la comba es más difícil de lo que recordaba. ¡Esto va a requerir algo de práctica para que lo vuelva a dominar! Voy a pasar cinco minutos practicando todos los días antes de las clases «. Aquí reconoces la dificultad de saltar la comba, que requerirá trabajo de tu parte para mejorar e identificar tu primer paso para cambiar la situación.
PREPÁRATE PARA EL ÉXITO
Toma medidas para cerrar la brecha entre la persona que eres y la persona que quiere ser. ¿Te acuerdas de esa cosa sobre la fuerza de voluntad de antes? Vas a tomar las decisiones que tu entorno te empujen a tomar. Si tienes unos “donuts” al alcance de tu mano, es mucho más probable que te los comas sin pensar. Si no los tienes a mano, y guardas unas piezas de fruta fresca en casa, eso será lo que te comas. Cuando entiendas ese paso, también entenderás la necesidad de crear un entorno favorable para que te ayude a tomar decisiones saludables de manera mas sencilla. Preparate el café para la mañana y dejar listo tu equipo de deporte antes de acostarte, para que te sea más fácil moverte a través de tu mañana. Activa tu alarma para que sea mucho más difícil permanecer en la cama. Estos pequeños «trucos» no son mágicos, y por sí solos no cambiarán tu mundo, pero los efectos compuestos de ellos y la mentalidad que crean podrían serlo.
SOLO EMPIEZA
Cuando te despiertes, dite a ti mismo que estás ansioso por ir al Box, ¡incluso si hace frio o mucha calor ahí afuera! Poner acciones antes que la motivación es clave. Si todos esperaran estar «motivados» para hacer cosas … bueno, no haríamos ni la mitad de las cosas. No puedes esperar para estar motivado, tienes que hacerlo de todos modos.
¿Alguna vez no has tenido ganas de hacer ejercicio pero has logrado llegar de todos modos? ¿Te sentiste mejor una vez que empezaste a moverte? Es posible que no tengas una sesión de entrenamiento épica cuando te sientas mal, pero apuesto a que nunca te arrepentirás de la decisión de comenzar a entrenar. ¿Qué necesitas, piensa en algo “pequeño” que puedes hacer ahora mismo, que te acerque hacia tu meta? Haz eso.
FALLAR ES PARTE DEL PROCESO
«Cada fracaso es un paso hacia el éxito». -William Whewell
El diálogo interno positivo y la tenacidad no aseguran tu éxito en cada (o cualquier) esfuerzo. Desarrolla una mentalidad que entienda fracaso. Fracasar significa intentarlo, y nadie puede culparte por intentarlo. Si lo hacen, sácalos de tu vida. El miedo al fracaso es la razón número uno por la que las personas no lo intentan. Acepta errores, desvíos y retrocesos como parte del proceso. No dejaste de intentar caminar la primera vez que te caíste, ¿verdad?. No dejaste de aprender matemáticas la primera vez que no entendiste una multiplicación, ¿verdad?. ¿Por qué otorgamos a los niños espacio para el fracaso que por alguna razón no les damos a los adultos? ¡No lo hagamos!
Cree en ti mismo y actuá de acuerdo con tus valores e identidad. Da TU el primer paso.
Daniel Lorenzo
HeadCoach B2B Box